Descripción
Abrió mis piernas dándole acceso completo a mi coño. Jadeé cuando lo sentí empujar algo frío y redondo dentro de mí. «¿Qué estás haciendo? Pregunté sin aliento. “Se llaman bolas Ben-Wa, dijo, deslizando otra bola dentro de mí. Me ayudó a ponerme de pie, y jadeé de nuevo cuando sentí que las bolas se movían y chocaban entre sí dentro de mí. En el momento en que me puse de pie, mi respiración se volvía silenciosa y mis pezones estaban duros como guijarros debajo de mi vestido.
